Las obras de renovación de la Calle de la Iglesia, con un presupuesto de 3.399.045,39 euros (más impuestos), cambiarán por completo la fisonomía de la calle dejando más protagonismo al peatón. La calzada, que será de hormigón desbastado en frío (similar al dispuesto en otras calles del centro) tendrá un ancho de tres metros y medio, mientras las aceras en el lado de los edificios residenciales alcanzarán los cuatro metros y 2,60 metros en el lado opuesto.
En un guiño a la antigua alameda del siglo XVIII, casi un centenar y medio de árboles dotarán la calle de vegetación. Cada manzana lucirá una especie distinta, con una amplia variedad cromática en sus copas: arce, fresno, tulipero de Virginia, liquidámbar, magnolio kobus, arce rojo, cerezo silvestre, árbol del amor o de Judas y hasta 6 especies más. Se renovará el mobiliario urbano, con bancos y papeleras del modelo normalizado para el barrio de A Magdalena, mientras que las luminarias ancladas a fachadas se sustituirán por otras en el lado de las aceras más anchas, con báculos de doble brazo y luces a distinta altura.
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